Del desguace del sistema público de salud al colapso sanitario

Los trabajadores profesionales de la salud se encuentran además precarizados (años de contratos basura e interinatos y/o en las mismas categorías) y con salarios por debajo de la canasta básica total ($45.000). Un profesional de la salud (médico, nutricionista, psicólogo, odontólogo), categoría de inicio en nuestra provincia, percibe como salario $36.000.

“La medicina es una ciencia social y la política no es más que medicina en una escala más amplia”

Rudolf Virchow

Desde la Asociación de Profesionales Universitarios de la Administración Pública -APUAP- denunciamos la crisis del Sistema Público de Salud de la provincia de Jujuy hace ya largos años.

Crisis originada, principalmente, en la falta de recursos humanos. Al respecto expresábamos “la crisis del recurso humano profesional en la provincia de Jujuy, cuya mayor agudeza se manifiesta en los centros de mayor complejidad del sistema sanitario, tiene entre sus causas: los bajos salarios iniciales de un profesional universitario, la excesiva burocracia por la cual un profesional demora hasta 2 años para percibir el 1º sueldo o cobrar un reemplazo y la falta de movilidad escalafonaria (19 años en una misma categoría), sin variación sustancial del salario. Por estas razones, entre muchas otras, hoy no se consiguen cardiólogos, oftalmólogos y neurólogos para el Hospital de Niños; neonatólogos o trabajadores sociales para el Hospital Oscar Orias de Ledesma; traumatólogos para el Hospital Guillermo Paterson de San Pedro; médicos de guardia de distintas especialidades en el Hospital Pablo Soria; médicos generalistas o especialistas en los Hospitales de Quebrada y Puna; profesionales médicos para el servicio SAME 107 en el Ramal” (Memoria APUAP 2012. “A la opinión publica de Jujuy”. APUAP. 2012).

Dicha crisis se agudizó notoriamente a partir de la implementación, en 2017, del Plan Estratégico de Salud en el marco de la mal llamada Cobertura Universal de Salud (CUS); qué es en síntesis un proyecto privatizador del sistema público que puso en marcha, a través del decreto de necesidad y urgencia N ° 908/16, el Presidente Mauricio Macri, comenzando por Mendoza y Jujuy (aunque podemos rastrear sus orígenes en Argentina en los años ´90). La CUS constituye un seguro de salud para pobres, “es un signo de época, con los mejores ingredientes neoliberales: deja de lado el concepto de derecho, suprime responsabilidades del Estado y quiebra la noción de financiamiento solidario y colectivo anulando uno de los principales redistribuidores de riqueza como lo es el sector salud” (Cobertura Universal de Salud, Golpe al Derecho a la Salud y al acceso universal. Dr. Daniel Esteban Manoukian. IdepSALUD. 2016).

Algunos indicadores del desguace del sistema sanitario al que nos llevó el Plan Estratégico, que implementó el gobernador Gerardo Morales y el ministro de Salud Gustavo Bouhid, son las 300 bajas en cargos del sistema de salud, las que en su amplia mayoría no fueron reemplazadas y cuyas insuficientes reposiciones fue con personal precarizado; supresión de los concursos; traslados compulsivos; debilitamiento de servicios y la apertura a las empresas de medicina privada al sistema de salud pública en distintas áreas, como lo expresa el decreto del P.E. N° 7648/2018 cuyo artículo primero aprueba el “Procedimiento Especial de Iniciativa Privada para Proyectos de Servicios de Salud”.

Un punto central de este “Plan Estratégico”, y que tiene consecuencias directas en el abordaje sanitario de la pandemia, es la desestructuración del Programa de Atención Primaria de la Salud (APS). Durante los 2 meses “de gracia”, que tuvimos en la provincia antes de la explosión del COVID-19, y en la etapa de mitigación del virus, el Gobierno de la provincia arremetió fuertemente con dicha desestructuración del primer nivel de atención, a contramano de lo que debió hacerse en esa coyuntura sanitaria; los parches que hoy se intentan no alcanzan a reparar el daño realizado. Al respecto esta estudiado que “los países que han vivido la pandemia de forma severa hasta el momento han sido países con sistemas sanitarios con una red de Atención

Primaria muy escasa o inexistente y por ello el peso de la atención ha recaído en la atención hospitalaria, como es el caso de China, Corea del Sur o Italia”. Por el contrario, “una Atención Primaria con recursos, bien cualificada y organizada puede frenar la curva de nuevos contagios, reducir el impacto negativo en la salud global de la comunidad e incluso quizás, en el futuro, facilitar unos confinamientos menos restrictivos que paulatinamente nos permitan volver a una normalidad social, laboral y económica y disfrutar de la vida en salud” (La importancia de poseer un activo como la Atención Primaria para hacer frente a la pandemia por coronavirus: cómo desarrollar todo su potencial. Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. 2020).

Así, con un sistema de Salud Pública severamente deteriorado, las y los trabajadores de la salud enfrentan la pandemia. En Jujuy la situación de los equipos de salud es grave, tenemos una tasa de contagio superior al 20%, que triplica la media nacional (que es del 7,2); siendo Jujuy la provincia con mayor porcentaje de trabajadores de la salud contagiados de COVID-19 o en aislamiento por contacto estrecho. Los contagios tienen claras razones: la no provisión, en tiempo y en forma, en calidad y cantidad, de los elementos de protección personal; insuficientes recursos humanos para las rotaciones y escaso personal especializado (terapistas), la no activación de protocolos de manera correcta, el no cumplimiento del tiempo de aislamiento de los trabajadores y trabajadoras de la salud que se han contagiado (obligados a volver bajo amenaza a sus puestos de trabajo) y la baja capacidad testeo de la provincia (400 testeos diarios).

En este escenario de emergencia sanitaria los trabajadores profesionales de la salud se encuentran además precarizados (años de contratos basura e interinatos y/o en las mismas categorías) y con salarios por debajo de la canasta básica total ($45.000). Un profesional de la salud (medico, nutricionista, psicólogo, odontólogo), categoría de inicio en nuestra provincia, percibe como salario $36.000; hace un año que no hay paritarias por lo que, los ya azotados bolsillos de los trabajadores, no reciben recomposición salarial alguna desde entonces.

Atravesamos la emergencia sanitaria con un gobierno autoritario y soberbio, que no incorporó desde un inicio, para el abordaje de la pandemia, a especialistas locales y externos, ni las opiniones de distintos sectores, entre ellos: sindicatos, sociedades científicas, organizaciones sociales; que flexibiliza la cuarentena con una curva ascendente de contagios (la tasa de incidencia en estos días es de 440 cada 100 mil habitantes, siendo la de Chaco de 226 cada 100 mil habitantes), que oculta información (subregistro) y promueve la automedicación de la población.

Los trabajadores de la salud, y el pueblo de Jujuy, somos conscientes que la pandemia ha desbordado el sistema sanitario público y que el gobierno de la provincia pretende participarnos a todos de la responsabilidad del colapso, creando una sociedad anónima de responsabilidades, con mensajes generalizadores, frente al desastre sanitario al que nos empujaron, con más de 4000 casos positivos y más de 100 fallecidos, con solo 55 camas UTI disponibles y con el 93 % de ellas ocupadas.

Para terminar de describir el escenario provincial un artículo aparte merecerían; el tráfico de coca y su relación con la explosión del virus y las condiciones de trabajo en la empresa Ledesma y la minera EXAR, que nunca detuvieron la producción, motivo por el cual lamentamos con dolor la muerte de 10 obreros y centenares de mineros contagiados.

En este contexto los sindicatos de la salud concretamos en los últimos meses diversas medidas de fuerza realizando los “Ruidasos por la Salud y el Hospital Público” para exigir al gobierno provincial que resuelva el escenario sanitario en el que nos encontramos, la situación de los trabajadores y trabajadoras que se encuentran enfrentando la pandemia en la primera línea y garantice la salud del pueblo jujeño.

https://www.semfyc.es/la-importancia-de-poseer-un-activo-como-la-atencion-primaria-para-hacerfrente-a-la-pandemia-por-coronavirus-como-desarrollar-todo-su-potencial/

http://idepsalud.org/cobertura-universal-de-salud-golpe-al-derecho-a-la-salud-y-al-acceso-universal/

http://idepsalud.org/desastre-sanitario-pandemia-jujuy-la-mal-llamada-cobertura-universal-desalud/?fbclid=IwAR0cGmcZ1kOxXJfF_KY6SeGBqJ2zjaQFm_OpHEt4E1aWeW_vgbx0OLT8sSg

 

Lic. Verónica Aramayo. Es Secretaria Gremial APUAP y miembro de la Corriente Nacional de Salud Salvador Mazza.

 

Nota publicada en El País Digital, 13 de agosto de 2020.

Compartir
Copyright © 2017. APUAP - San Salvador de Jujuy, Argentina.